sábado, 3 de noviembre de 2012

Su olor todavía está en mi cama y aún así no lo echo de menos.

Háblame, abrázame, bésame. Haz lo que quieras pero no me sueltes. No te vayas. No me dejes ir otra vez. Quédate aquí, acurrucada entre mis sábanas hasta que volvamos a sentir la llamada de Morfeo. Hazlo  No me hagas sufrir. Vive, sueña y déjame ser feliz entre tus pies.



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